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Opiniones

En juego de domino tiene que observar la ficha del contrario

Recientemente, el veterano periodista Juan Manuel García, escribió en el periódico primicias con el título: –Abinader sin doble seis marcado, la cajita para trancar; y la oposición que arree-. Lo que plantea el periodista con esa metáfora del dominó, es bastante sugerente. En esencia, está diciendo que la política funciona como una partida de dominó: no basta con tener buenas fichas (recursos, poder, popularidad o gobierno), sino que también que, hay leer, al contrario, anticipar sus jugadas y tener reservas estratégicas para responder en un momento de crisis o de “tranque”.

Cuando Juan Manuel escribe que “Abinader sin doble seis marcado, la cajita para trancar; y la oposición que arree”, estar sugiriendo que el presidente Abinader, tendría todavía fichas fuertes —como el doble seis en el dominó, pero necesita inteligencia para usar la “cajita para trancar”; lo que equivale a tener una jugada guardada para bloquear al contrario, si se pone la partida difícil es decir, una estrategia política para detener a la oposición, los empresarios y algunos funcionarios temerarios por si intentan trancarles el juego.

La oposición, por su parte, tampoco puede limitarse a esperar los errores ajenos: tiene que aprender a provocar jugadas, a cerrar caminos y a mostrarse como alternativa real. En dominó, como en política, no hay espacio para la improvisación constante: se gana cuando se planifica, se observa y se actúa con cálculo.

El tablero político dominicano se parece hoy a una mesa de dominó en pleno fragor: fichas fuertes sobre la mesa, jugadas calculadas y un tranque que siempre puede aparecer a la vuelta de la esquina. De ahí la advertencia: el presidente necesita mirar más allá de sus propias piedras, leer a los contrarios y reservar la jugada que, llegado el momento, le permita mantener la iniciativa. Porque si el oficialismo juega sin estrategia, el tranque podría no ser un recurso suyo, sino la carta de triunfo de la oposición.

En política, la lección que se deriva es clara: el que gobierna no debe confiarse solo en su fuerza presente y relacionados, sino que, prever cómo sus adversarios podrían cerrarle el juego y tener siempre “la ficha bajita” a mano: una salida de emergencia, un recurso político, una alianza o una narrativa que permita resistir los embates y mantener el control del juego administrativo, para que no les hagan trampa al presupuesto nacional.

 Por eso, es importante saber cuál será la próxima jugada de los contrarios; porque así sabes cuáles serán sus próximos movimientos. “Eso conduce a la realidad de que cuando se echa un partido de dominó, cuando se tiene las condiciones de un jugador como Luis Abinader”. En definitiva, Abinader y la oposición además del empresariado agiotista, se encuentran en una mesa donde cada jugada puede definir no solo la partida, sino el rumbo del país.

El presidente debe recordar que gobernar no es solo colocar fichas fuertes, sino saber cuándo reservarlas y cómo utilizarlas en el momento justo. En la política, como en el dominó, gana quien combina estrategia, paciencia y visión de largo alcance. La pregunta no es quién tiene las mejores fichas hoy, sino quién sabrá jugar mejor cuando el tranque llegue inevitablemente.

Lic. Luis Ma, Ruiz Pou

luisrui47@gmail.com

16/09/2025

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