
LOS PUEBLOS MASACRADOS
‘’Quien esto escribe es descendiente de la estirpe del Patricio Juan Pablo Duarte’’.
Cabe señalar, sin lugar a dudas, que estos pueblos de América están masacrados bárbaramente sin contemplación por un sistema político de una elite dominante aberrante que desde su mismo origen, desde que esta se han impuestos estas naciones son víctimas de una masacre de explotación.
Porqué yo digo que estos pueblos son víctimas de una masacre de explotación en contra del ser humano, por la anomia de la imposición de un sistema que está arropando de hambre, de desempleo; falta de salud, de educación, de vivienda, de medicamentos, salario de muerte y pensiones que no son más que sepultura de difuntos.
Este es el panorama que están viviendo los pueblos de América hoy en día por estas instituciones llamadas partidos políticos democráticos. Pues no son más que estructuras de falacias divorciados de las soluciones que vienen arrastrando las clases marginadas en buscas de las soluciones de sus problemas a centrales, gobernados, por políticos solapados de hipócritas, mentirosos que no le importa la tragedia que vienen arrastrando estas sociedades de estos pueblos desprovistos de toda condición humana.
Pues, no hay dudas, que estos pueblos masacrados tienen que tomar el camino de una lucha decidida y enfrentar con valentía espartana a estos verdugos que con afilada hacha le cercenan el cuello, cortándole su cabeza y lo someten a las más crueles e inhumana de las acciones de su sistema, pues el mismo no conoce otra Ley que no sea la que siembra su cuchilla a estos pueblos cercados por el hambre, la injusticia y la persecución, dejándole un destino que solamente le quede la rebelión como arma para defender su desgracia a la que están siendo sometidos; porque los pueblos que no tienen valor para rebelarse antes las cadenas que los aprisionan terminan como momias insepultas.
Pongamonos en marcha que los versos y las palabras sin los pasos son palabras muertas, pues los pueblos que luchan son los que llevan luces en sus manos porque saben enfrentar con dignidad aquellos que los someten y los que nunca han querido que estos pueblos resurjan y se liberen a la opresión a que lo tiene sometidos.
Pues ante esta barbarie que les esperas a estos pueblos sin destino y sin esperanza y desorientados, pues no se otea en el horizonte un conductor que la guie hacia un destino mejor ante la masacre en la que están sometidos por una oligarquía burguesa empresarial.



