La Dictadura de la Vacuna Covid –19
Partido dominicano
De tu pueblo la expresión
Con su bandera flotando
A los vientos de la unión.
Así comenzaba el himno del partido de la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo Molina, y el carnet del partido tenía como símbolo una palma a la que se le decía la palmita, quien no portaba dicho documento podía considerarse hombre muerto. Pues parece que hemos regresado a la dictadura trujillista donde se exigía al pueblo la palmita ¿Por qué yo digo esto? Sencillamente porque pedirle a este pueblo la tarjeta de la vacuna del covid –19, es igual que cuando se nos exigía la palmita en la dictadura, no hay dudas que estamos transitando por lo sendero hacía una nueva dictadura, cuando se le pide a este pueblo la tarjeta de la vacuna del covid –19 para entrar a un supermercado, a un banco, a una farmacia, a una clínica, a una funeraria, para casarse, para ir al baño, para miar, pues la satrapía de la tarjeta de la vacuna del covid –19 es más brutal que lo que sembraban las bayonetas de la tiranía cuando pedían el carnet de la palmita.
Con esa medida impositiva y arbitraria de corte inminentemente fascista, se ha defecado y se ha orinado sobre la tumba de la ceniza de los padres sacrificado, cuando la misma no tuvo ninguna vigencia congresual por lo tanto es inconstitucional, donde son violados los derechos del pueblo, cuando esta se convierte en una falencia que la deja en un limbo jurídico donde se abren la puerta para regresar de nuevo a los centros de tortura como eran llevado a cabo en la “40” a todo aquel que era desafecto al régimen y no portaba la cedula, la palmita y el servicio obligatorio, a la que le llamaban los tres golpes, pues ahora tenemos los tres golpes el carnet del PRM, la cedula y la tarjeta de vacunación del covid –19 que vienen siendo la palmita de Trujillo.
Cuando los pueblos son sometidos por la fuerza pierden lo derecho de su libertad y afloran la cadena de la esclavitud y se alimentan de la sangre de los pueblos sometidos como pretende el PRM tiranizar, a una gran cantidad de dominicanos se le cuartara sus derechos constitucionales, yo no sé vivir en dictadura ni voy a vivir en dictadura, demasiada sangre ha costado nuestra libertad para que ustedes en un abrir y cerrar de ojos nos la quiten.
Como pretende el Doctor Jesús Rivera Reyes el nuevo Johnny Abbes García instalarnos un centro de tortura como la “40” en vez de un centro de salud, solamente le faltan los carros Volkswagen que eran utilizados como los famosos “cepillos” del tenebroso “SIN” ahora lo mismo tienen que llevar en su puerta la sigla “covid –SIN”.
Pues no hay ninguna duda que estamos lleno de muchos voceros en la radio y en los programas de televisión como también en la prensa escrita lo cuales vienen siendo como los calieses de la era del jefe: Ciriaco de la Rosa, Estrada Malleta, Cholo Villeta, Pechito, Meneito, Balá, Alicinio Peña, Cándito Torre, Cruz Valerio, Chicho Rodríguez, Rafael Díaz, teniente Disla, Capitán Juan Luis Guerra, Mister Scott, Felipe Cartagena, Papi Villeta, Soriano, Doctor Castro, Fello Vidal, Dante Minervino, Tunti Sánchez y un sin número más de esta nefasta bestia que desangraron a este pueblo de una manera cruel y brutal cubriendo de sangre el territorio nacional como una alfombra roja para que lo pie del tirano caminara sobre ella.
Eso es lo que pretende imponerle a este martirizado pueblo Luis Abinader con la nueva dictadura de la tarjeta de la vacuna del covid –19.
Pues quien escribe lleva lacerada la espalda de la cadena de la dictadura como fue la del régimen de Trujillo, Joaquín Balaguer y las brutales torturas del carnicero Belisario Peguero jefe de la policía nacional en el gobierno de Juan Bosh.
Pues este pueblo tendrá que acudir a la teoría de Curzio Malaparte para liberarnos del Apocalipsis de la dictadura de la vacuna del covid –19 que pretende imponerle el gobierno del cambio que llego al poder a base de mentira y trapisonda.
Pues lo pueblo que no luchan por su libertad y derecho, están condenados a la opresión y la dictadura como la que hoy se cierne sobre esta nación como una epidemia maldita que se le pretende imponer con la tarjeta de la vacuna del covid –19.
